El precandidato a la Presidencia de la República por el movimiento Colorado Añe­tete, Mario Adbo Benítez, volvió a colocarse en el foco de la polémica cuando se revivieron sus vínculos de amistad y políticos con un ciudadano libanés identificado como Ali Yussef Jawad.

Este último – con un her­mano de nombre Hussein que fue a parar a Tacumbú por un caso de un millonario atraco a una joyería en la capital – fija residencia en Presi­dente Franco, Alto Paraná, desde donde opera activamente por Colorado Añetete.

El medio La Nación divulgó imáge­nes que retrataron el tipo de pleitesía que Alí brinda a Abdo Bení­tez.

En su cuenta en Facebook, Alí tiene a Mario Abdo como foto de portada y de perfil. Su álbum con incontables retratos del trabajo político por Colorado Añetete, además de divulgar los videos de la campaña política.

HERMANO

En lo que hace al hermano de Alí  – Hussein Yous­sef Jawad – el mismo terminó tras las rejas por orden del juez Rubén Riquelme en prosecución del caso de asalto a la joyería Mauricio Libster SA, en el año 2009.

El libanés fue imputado por robo agravado a solicitud del fiscal Ángel Ramírez.

DETENCIÓN

Fue un cruce de llamadas realizado por la fiscalía lo que permitió a la fiscalía llegar hasta el comerciante libanés, quien fue aprehendido en Ciudad del Este junto a su compatriota Ali Hassan Nasser Eddine. Este último fue luego puesto en libertad.

En un momento, Jawad señaló en su descargo que solía prestar su teléfono celular a su novia, la argen­tina Laura Rocío Olivis Vera.

Esta fue señalada como la persona que alquiló el segundo piso del edificio donde funciona la joyería asaltada.

Se tuvo como dato que la sospechosa supuesta­mente facilitó el ingreso de los maleantes y Olivis Vera fue imputada por robo agravado y enviada al Buen Pastor.

Los aboga­dos Julio César Godoy y Gus­tavo Noceda, representantes del libanés, solicitaron medidas alternati­vas a la prisión para su defendido. Entre tanto, el juez Rubén Riquelme dispuso su remi­sión a la cárcel de Tacumbú.

El asalto ocurrió entre la noche del 18 y la madrugada del 19 de julio de 2009, y los delincuentes llevaron joyas por un valor de 300 mil dólares, según divulgaciones periodísticas de la época.