El medio japonés Asahi Shimbun informó que Corea del Sur disparó un misil el viernes y que el proyectil autopropulsado voló sobre el norte de Japón, más precisamente sobre Hokkaido y cayó en el Océano Pacífico.
Según funcionarios públicos surcoreanos y japoneses esto aumentan aun más las tensiones en la región después de la reciente prueba de Pyongyang de una poderosa bomba atómica de fusión.
De acuerdo a los datos, el misil voló sobre Japón, cayendo en el Pacífico a 2.000 kilómetros al este de Hokkaido, dijo en improvisada conferencia de prensa el jefe del gabinete del jefe de Japón, Yoshihide Suga.
«Estas provocaciones repetidas por parte de Corea del Norte son inadmisibles y protestamos con las palabras más fuertes», aseveró Suga.
El misil no identificado alcanzó una altitud de 770 kilómetros y voló 3.700 kilómetros, según los militares de Corea del Sur, lo suficientemente lejos como para llegar al territorio estadounidense de Guam, en el Pacífico.
El mes pasado, Corea del Norte disparó un misil de un área similar cerca de la capital Pyongyang que también voló sobre Hokkaido y cayó en el océano.
En respuesta, Corea del Sur dijo en aquella oportunidad que había disparado misiles hacia el mar, también como prueba.
Este último lanzamiento de misil por parte de Corea del Norte se produjo un día después de que Kim Jong-un amenazara con hundir a Japón y reducir Estados Unidos a «cenizas y oscuridad» por apoyar una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que impuso nuevas sanciones para su prueba nuclear del 3 de septiembre.
Corea del Norte acusa a Estados Unidos de planear una invasión y amenaza regularmente con destruirlo, así como a sus aliados asiáticos.
Australia, un aliado fuerte y vocal de los Estados Unidos, condenó rápidamente el lanzamiento.
«Este es otro acto peligroso, imprudente y criminal del régimen norcoreano, que amenaza la estabilidad de la región y del mundo y lo condenamos totalmente», dijo el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas votó el lunes por unanimidad una resolución redactada por Estados Unidos y una nueva ronda de sanciones, prohibiendo las exportaciones de textiles de Corea del Norte y limitando el suministro de combustible.
El dólar estadounidense cayó fuertemente frente al yen y el franco suizo en las primeras horas en respuesta al lanzamiento, aunque las pérdidas fueron rápidamente reducidas en un comercio muy nervioso.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha prometido que Corea del Norte nunca podrá amenazar a Estados Unidos con un misil nuclear, pero también ha pedido a China que haga más para controlar a su vecino. China a su vez favorece una respuesta internacional al problema.
Los Estados Unidos y Corea del Sur están técnicamente todavía en guerra con Corea del Norte porque el conflicto de Corea del 1950-53 terminó con una tregua y no un tratado de paz.